El salario medio anual bruto de los trabajadores por cuenta ajena con discapacidad fue de 20.574,1 euros en 2019, un 3,1% más que en el año anterior, aunque se sitúa un 16,1% por debajo del salario de los trabajadores sin discapacidad (24.512,2 euros).
Así lo reveló el Instituto Nacional de Estadística (INE) este miércoles en la encuesta sobre el salario de las personas con discapacidad correspondiente a 2019.
Estadística explicó que las diferencias salariales entre personas con y sin discapacidad deben matizarse en función de las variables laborales y personales (sexo, edad, tipo de contrato, tipo de jornada y ocupación), “cuya conjunción incide de forma importante en el salario”.
En términos globales y desde el punto de vista laboral, el INE destacó como el aspecto más significativo para el colectivo de las personas con discapacidad legalmente reconocida su baja participación en el mercado de trabajo.
Así, en 2019 presentaron una tasa de actividad del 34%, más de 43 puntos inferior a la de la población sin discapacidad, y una tasa de ocupación del 25,9%, menos de la mitad que en el caso de las personas sin discapacidad. La tasa de paro también fue más elevada y superó en diez puntos a la de las personas sin discapacidad, hasta el 23,9%.
La diferencia en el salario anual mediano (aquel para el cual hay tantos trabajadores con salarios más altos como trabajadores con salarios más bajos) fue del 14,7%, inferior al salario medio. Esto se debe al peso de los trabajadores con mayores salarios.
La ratio salarial o brecha entre los trabajadores con y sin discapacidad fue del 83,9%, con un aumento respecto a 2018, cuando era del 82,7%.
Por su parte, el salario por hora para las personas con discapacidad fue de 13,7 euros en cómputo anual, frente a 15,9 euros para las personas sin discapacidad.
La distribución salarial fue similar en ambos colectivos, aunque en el caso de las personas con discapacidad un porcentaje mayor de trabajadores se concentró en torno a salarios bajos. En general, aunque las diferencias entre los niveles salariales de las personas con y sin discapacidad eran “significativas”, se reducían a medida que aumentaba el nivel salarial.
POR TIPO DE CONTRATO
Respecto al tipo de jornada, en 2019 se observaron menos diferencias salariales entre personas con y sin discapacidad en los contratos a tiempo parcial, para los cuales la ratio salarial se situó en el 93,9%. Por tipo de contrato, la brecha fue inferior para el contrato indefinido que para el temporal (83,7% y 88,5%, respectivamente).
Por sexo, el salario de las mujeres con discapacidad fue de 18.863,7euros de media por trabajadora y año, un 13,7% inferior al de los hombres, que se situó en 21.866,6 euros. Esta diferencia es menor a la que se registra entre los trabajadores sin discapacidad (19,7%).
Además, se detectaron menos desigualdades salariales entre la población femenina con y sin discapacidad (el salario de las primeras fue un 13,3% menor que el de las segundas), que en el caso de los hombres (cuyo salario fue un 19,3% inferior en presencia de discapacidad).
Por grupo de edad, en todas las franjas se registró un salario inferior para los trabajadores con discapacidad frente a los que no la tienen. La mayor diferencia se produjo en el grupo de 30 a 44 años, con una ratio del 78,4%.
En 2019 en ningún grupo de ocupación las personas con discapacidad superaron el salario bruto de la población sin discapacidad.
Quienes ocuparon puestos altos (directores y gerentes; técnicos y profesionales científicos, técnicos intelectuales y de apoyo) aumentaron sus diferencias salariales respecto a las personas sin discapacidad en los mismos puestos, pues la ratio salarial descendió respecto a 2018, situándose en el 89,9%.
Por el contrario, en puestos de ocupación medios (empleados, artesanos y trabajadores cualificados) y bajos (operadores y trabajadores no cualificados) las personas con discapacidad redujeron la brecha salarial respecto a 2018, aumentando la ratio al 98,3% y 83,1%, respectivamente.
Si se atiende a las características de la unidad de trabajo y de la empresa, el salario de las personas con discapacidad aumentó según se incrementaba el tamaño del centro. Las mayores diferencias se registraron en centros de cotización medianos (de 50 a 199 trabajadores), con diferencias salariales del 28,9%.
Por sectores de actividad, las diferencias entre las nóminas de las personas con y sin discapacidad fueron similares en todos los sectores.
TIPO DE DISCAPACIDAD
Las mayores discrepancias salariales aparecen cuando se considera el tipo de discapacidad, según señaló el INE. Así, las ganancias más elevadas correspondieron en 2019 a personas con discapacidad sensorial, seguidas de personas con discapacidad física y otras, con salarios que superaron al salario medio de las personas con discapacidad en un 9% y un 5,1%, respectivamente.
En el extremo opuesto, los trabajadores con discapacidad intelectual o enfermedad mental percibieron los salarios más bajos (13.136,9 y 17.521,1 euros anuales, respectivamente), inferiores en un 36,1% y un 14,8%, respectivamente, a la media del colectivo con discapacidad.
Atendiendo al grado de discapacidad también se observaron diferencias, aunque no tan acusadas. Los salarios oscilaron de 21.129,5 euros anuales en personas con menor grado, hasta 19.116,2 euros en las que tienen reconocido un grado mayor o igual a 65% de discapacidad.
Por otra parte, las personas con discapacidad que se beneficiaron de medidas de fomento del empleo -como pueden ser reducciones y bonificaciones en las cotizaciones- fueron, a su vez, las que tuvieron menores ganancias (17.145,7 y 19.112 euros anuales para las personas con reducciones y con contrato específico, respectivamente.