España se ha convertido en el cuarto país de la UE que más ha aumentado desde 2015 la tasa de riesgo de pobreza o de exclusión social entre las personas con discapacidad de 16 años o más -esto es, con alguna limitación para realizar actividades-, según Eurostat.
España se ha convertido en el cuarto país de la UE que más ha aumentado desde 2015 la tasa de riesgo de pobreza o de exclusión social entre las personas con discapacidad de 16 años o más -esto es, con alguna limitación para realizar actividades-, según Eurostat.
Los datos de la Oficina Estadística de la UE, recogidos por Servimedia, indican que un 21,7% de las personas con discapacidad de la UE estuvieron el año pasado en riesgo de pobreza o exclusión social, es decir, vivía en hogares que sufrían al menos uno de los tres factores: riesgo de pobreza, privación material y social severa, y estar en una familia con muy baja intensidad de trabajo.
En comparación, la tasa era de un 18,8% entre las personas sin discapacidad y de un 21,5% en la población comunitaria total.
España contó el año pasado con una tasa de un 33% de personas con discapacidad en riesgo de pobreza o exclusión social, por lo que ocupó la décima posición en la UE. La proporción era más alta en Bulgaria (45,3%), Rumanía (44,2%) y Letonia (41,2%), y más baja en Chequia (18,2%), Finlandia (18,5%) y Eslovaquia (19,5%).
Las brechas más altas entre personas con y sin discapacidad en riesgo de pobreza o exclusión social se dieron en Irlanda (39,3% en personas con discapacidad y 14,6% en personas sin discapacidad, lo que supone 24,7 puntos porcentuales de diferencia), Letonia (41,2% frente a 19,6%, 21,6 puntos) y Lituania (38,9% frente a 17,8%, 21,1 puntos).
En el otro extremo de la escala, la diferencia más pequeña se registró en Grecia (28,3% en personas con discapacidad y 27,4% en personas sin discapacidad, 0,9 puntos porcentuales), por delante de Italia (27,1% frente a 24,3%, 2,8 puntos) y Finlandia (18,5% frente a 12,6%, 5,9 puntos). La brecha en España era de 8,5 puntos porcentuales (33,0% en personas con discapacidad y 24,5% en personas sin discapacidad).
La serie histórica de Eurostat comienza en 2015, año en que España era el decimotercer país con más tasa de pobreza o exclusión social entre las personas con discapacidad (31,5%), cuando la media comunitaria era de un 30,4%. Las proporciones más altas estaban en Bulgaria (56,5%), Rumanía (49,1%) y Lituania (43,0%), y las más bajas en Eslovaquia (19,4%), Austria (20,2%) y Chequia (20,8%).
Pues bien, España ocupa el cuarto lugar entre los países de la UE que más ha incrementado esa tasa entre 2015 y 2021, con 1,5 puntos porcentuales más (de 31,5% a 33,0%), solo por detrás de Francia (4,1 puntos, de 24,0% a 28,1%), Países Bajos (2,4 puntos, de 24,1% a 26,5%) y Luxemburgo (1,9 puntos, de 22,8% a 24,7%).
En los últimos siete años, la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social se redujo un 0,7% en el conjunto de la UE. Los mayores descensos se produjeron en Bulgaria (-11,2 puntos porcentuales, de 56,5% a 45,3%), Finlandia (-6,3 puntos, de 24,8% a 18,5%) y Hungría (-5,4 puntos, de 36,8% a 31,4%).