Así se ha puesto de manifiesto durante la celebración del V Encuentro del Observatorio sobre Feminismo y Discapacidad, iniciativa impulsada por la propia fundación con el objetivo de ofrecer un espacio crítico para el debate teórico-político y la formación, que facilite el análisis de las principales corrientes de pensamiento feministas y sus conexiones con otras luchas por los derechos humanos en el mundo actual.
Este encuentro ha contado con la participación de la titular de Sociología de la Universidad de A Coruña, Rosa Cobo, quien ha desgranado las principales claves de la prostitución y por qué en el siglo XXI se ha convertido en la segunda o tercera economía en términos de beneficios a escala global en el marco de las economías ilícitas. En nuestro país, la legalización de prostíbulos en la década de los 90 ha contribuido a que se convierta
En su repaso Cobo ha denunciado que con la legalización de burdeles en la década de los 90 en nuestro país el impacto de la prostitución en el PIB se ha disparado, realizando además una interesante conexión entre el sistema patriarcal, que sitúa a las mujeres en un lugar de subordinación respecto de los hombres, y las políticas neoliberales, que explotan a quienes están en una situación de mayor vulnerabilidad.
Se trata, por lo tanto, de una realidad que no puede ser analizada ni entendida fuera de ciertos parámetros culturales en el contexto de un proceso de globalización capitalista de la economía claramente injusto, que genera brechas de desigualdad. Este modelo depredador se consolida a través de economías ilícitas e ilegales como la venta de armamento, narcotráfico, explotación sexual, venta de órganos ilegales o vientres de alquiler que se mantienen. porque los países de origen lo permiten.
Tras la conferencia magistral, se ha celebrado un coloquio con el Comité de personas expertas del Observatorio sobre Feminismo y Discapacidad, que en esta ocasión ha estado representado por la activista feminista con discapacidad y responsable de Derechos y Asesoría Jurídica de Confederación ASPACE, Ángeles Blanco; y la coordinadora de la Fundación CERMI Mujeres y experta en los derechos humanos de las mujeres y niñas con discapacidad, Isabel Caballero.
En relación a la hipersexualización, Ángeles Blanco ha asegurado que las mujeres con discapacidad son traspasadas por el capacitismo y la cultura y por los ideales de belleza. “Esa no consideración de mujer hace que la explotación sexual tenga una mayor incidencia en mujeres con discapacidad porque son especialmente vulnerables,” ha subrayado.
Por su parte, la coordinadora de la Fundación CERMI Mujeres ha hecho alusión a la controvertida figura de la asistencia sexual, contestada por el movimiento de mujeres con discapacidad organizadas, presentando un análisis crítico sobre esta demanda.
Sobre esta última cuestión, Cobo ha señalado que las mujeres con discapacidad no escapan de la explotación sexual, bien sea por vías tradicionales de mercantilización del cuerpo de las mujeres o por la demanda de supuestos derechos. Este es precisamente el caso de la reivindicación del derecho a la asistencia sexual, que no es otra cosa sino una herramienta de reivindicación funcional al sistema, que legitima ciertas prácticas como la prostitución, que en última instancia atentan contra los derechos humanos de las mujeres más excluidas, que son quienes precisamente prestan estos ‘servicios’.