La Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad del Senado mostró este martes su apoyo unánime a la incorporación de las lenguas de signos española y catalana a la Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minoritarias.
En concreto, aprobó por 28 votos a favor y ninguno en contra una moción presentada por el Grupo Parlamentario Socialista que pide al Gobierno instar al Consejo de Europa a pronunciarse respecto a la inclusión de estas lenguas en la citada carta europea para asegurar “su protección”.
La iniciativa incluyó, además, dos enmiendas propuestas por el PP, que pedían la aprobación de un “reglamento específico” dirigido a asegurar la protección y promoción de dichas lenguas “desde el punto de vista de los derechos lingüísticos” y su reconocimiento como manifestaciones del Patrimonio Cultural e Inmaterial de España.
En cambio, una tercera enmienda del PP para la aprobación de una estrategia nacional de promoción del uso de dichas lenguas en el sistema educativo y en la atención temprana fue rechazada por los socialistas, al entender que se trataba de una competencia de las comunidades autónomas.
La senadora del PSOE Patricia Abascal subrayó “la importancia que para la comunidad signante tiene la protección y promoción de las lenguas de signos”, que siguen “siendo minoritarias y minorizadas”.
Explicó que la Ley 27/2007 reconoce la existencia de las lenguas de signos española y catalana y establece su protección y el derecho a ser utilizadas, algo que también hacen las leyes catalana y andaluza aprobadas después.
Sin embargo, prosiguió, “la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias y Regionales “supone el principal instrumento legal para garantizar su reconocimiento y protección”.
Así “lo considera la comunidad signante europea”, y la propia Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), y el movimiento asociativo de la discapacidad lo demandan desde hace años, concluyó.